¿Por qué vemos fantasmas? La ciencia te lo explica...


Muchas personas manifiestan haber tenido encuentros con fantasmas al menos en una ocasión en sus vidas, lo que ha dado lugar a numerosas investigaciones en un esfuerzo por explicar este fenómeno intrigante. En respuesta a esta situación, la ciencia ha desarrollado varias teorías con el fin de aportar claridad a este enigma.

A lo largo y ancho del mundo, millones de individuos han reconocido su creencia en la existencia de fantasmas, lo que ha alimentado una creencia popular que atraviesa fronteras y generaciones. Estos seres espectrales han mantenido una presencia constante en la cultura moderna a través de películas, relatos, cuentos y leyendas que exploran lo inexplicable.

Sin embargo, ¿cuál es la causa subyacente de este fenómeno? ¿Por qué, a pesar de los notables avances científicos y tecnológicos, seguimos fascinados por la noción de lo paranormal? La ciencia, afortunadamente, ofrece una explicación y comparte diversas teorías en un intento por arrojar luz sobre este misterio.

La parálisis del sueño y sus alucinaciones

Dentro de las fases del sueño, emerge un fenómeno sumamente desconcertante denominado parálisis del sueño. Imagina despertarte en medio de la noche y sentirte completamente inmovilizado, incapaz de moverte o de hablar, mientras tus sentidos se elevan en un estado de alerta.

En esta situación tan particular, las alucinaciones visuales y auditivas dan paso a la sensación de compañías tenebrosas que acechan en tu cuarto. En este punto, la mente, en su transición hacia la vigilia, tiene la capacidad de crear ilusiones sumamente creíbles. Sin embargo, estas experiencias no se relacionan con fantasmas, sino que son manifestaciones de alucinaciones generadas por el propio cerebro.

¿Sabes qué es la pareidolia?

Nuestra mente está diseñada para detectar patrones familiares en nuestro entorno, ocasionalmente nos juega una pasada al crear imágenes de rostros en las sombras o identificar figuras en lo confuso. Este fenómeno, denominado pareidolia, es el responsable de que veamos caras en las nubes o percibamos formas en objetos cotidianos.

En situaciones de iluminación baja y alta tensión, como en una habitación oscura con muebles y sillas, nuestra mente podría imaginar formas vagas como algo más concreto, lo que podría generar una ilusión óptica de una figura fantasmal. Sin embargo, esta figura en realidad no existe como entidad separada.

El moho...

Además de ser una intrusión no deseada en los hogares, el moho también podría estar relacionado con las narrativas de lo paranormal, como las historias de fantasmas. Investigaciones han sugerido una posible conexión entre lugares considerados como embrujados y la presencia de este microorganismo.


No solo eso, sino que también tus emociones y la sugestión pueden desempeñar un papel importante en cómo interpretas lo que experimentas en esos lugares. Si has oído historias de que en cierto lugar habitan fantasmas, es posible que percibas fenómenos inusuales debido a la sugestión, tus propias emociones y la intensidad de la adrenalina que puedas sentir en ese escenario.

Tus creencias juegan un papel fundamental

Si eres una persona con creencias arraigadas en la existencia de fantasmas o te encuentras en un lugar con una historia de actividad paranormal, puede suceder que tu mente perciba tus experiencias como encuentros sobrenaturales. En circunstancias que te impidan una visión clara, tu mente podría completar los vacíos con lo que te imaginas ver, dando lugar a una distorsión entre la realidad y la imaginación.

Nuestras creencias personales y el contexto en el que nos encontramos tienen un impacto significativo en la manera en que percibimos las situaciones, ejerciendo una poderosa influencia sobre nuestra percepción de la realidad.

Las enfermedades mentales...

Algunos padecimientos tales como la esquizofrenia, tienen la capacidad de provocar alucinaciones tanto visuales como auditivas. En consecuencia, algunas personas pueden sufrir visiones o escuchas que carecen de una base real debido a trastornos en su percepción.

En estas circunstancias, la distinción entre la realidad y la imaginación se torna difusa y confusa. Además, el consumo de sustancias psicoactivas puede inducir experiencias alucinatorias que pueden explicar algunos encuentros que se atribuyen a fantasmas u otros fenómenos paranormales.

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