¡Si esto sucede significa que debes cambiar tu cargador ya!

Los cargadores son tan importantes como nuestros móviles, pues sin ellos no funcionarían y no podríamos utilizarlos la gran cantidad de tiempo que solemos hacerlo. Por esta razón, debemos tener precaución con su rendimiento, ya que si no están trabajando de manera adecuada podrías pasar algún susto o algo peor. 
Estos aparatos se van desgastando con el pasar del tiempo, y desafortunadamente seguimos utilizándolos a pesar de que no funcionen correctamente, o estén pelados o desgastados. Ten en cuenta que un cargador dañado puede maltratar tu móvil y afectarlo también.


No solo eso, sino que son capaces de perjudicar incluso tu casa, ya que pueden afectar tu red eléctrica y causar incendios o fallos en tu red. 

Con todo esto, la pregunta es: ¿Cómo sé si mi cargador está terminando su vida útil? 

Para saberlo, nos valdremos de Cable Wholesale, pues según ellos, existen algunos indicadores que nos ayudan a identificar si el cargador ya no funciona y tenemos que conseguir uno nuevo:

  • Si se calienta de manera exagerada -más allá de lo usual, normalmente todos los cargadores se calientan un poco-. 
  • Si los botones de tu smartphone dejan de funcionar adecuadamente mientras carga. 
  • Si los cables están doblados luego de estar desenredados. 
  • Si está pelado, arrancado, pegado con cintas, etc. 

Además de lo anterior, debes saber que los cargadores acumulan una gran cantidad de mugre, bacterias y gérmenes debido a que los llevamos a todas partes y nunca los lavamos, así que esa es otra razón por la cual debemos cambiarlos. 

Si te animas a cambiar el cargador de tu móvil, es importante saber qué hacer con el que ya vas a dejar de usar. Debe hacerte responsable de su correcto tratamiento, pues es un cable comercial con muchos metales pesados y plástico que afectan fatalmente el medio ambiente.  


En una buena cantidad de ciudades es posible encontrar sitios indicados para desechar estos elementos, donde se les hace un tratamiento adecuado para la eliminación de sus componentes más peligrosos para el ecosistema, mientras que se separarán sus partes para poder utilizarse nuevamente. 

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