¡Cuida tu router! No le hagas estas cosas

La manera más habitual de acceder a internet en la vivienda, o en tu establecimiento comercial, es a través de un router que permite conectarnos de manera inalámbrica o la fibra óptica. Aunque no solemos prestarles mucha atención a estos dispositivos, es necesario ser un poco precavidos con ellos y cuidarlos para que su rendimiento y durabilidad sea la mejor. 


Desde Full Aprendizaje queremos compartir contigo unas recomendaciones acerca de las cosas que no debes hacerle a tu router para que no falle. Hay algunas prácticas que está bien hacer de vez en cuando, como comprobar la conexión a internet y su velocidad, reiniciarlo o formatearlo, pero solo si sabes hacerlo realmente. De lo contrario, es mejor que lo dejes en manos más especializadas. 

Revisa donde ubicas el router

La mejor opción es ponerlo en el centro de la casa o establecimiento, en caso de que no sea posible, te recomendamos lo siguiente:

Ubícalo en el centro o en el PAU (Punto de Acceso de Usuario) en nuevos pisos, o generalmente en la entrada de la casa; de tal forma que la fibra óptica sea más fácil de instalar y camuflar. 

Por otro lado, lo que NO debes hacer es ubicarlo en la cocina, pues las baldosas y azulejos de estos espacios perjudican la señal Wi-Fi, generando así una peor cobertura. 


Cuidado con los dispositivos que pueden afectar el router 

Además del espacio en que se ubica, hay que revisar qué aparatos están cerca y no son amigables con el router. Con estos nos referimos a los que tienen la capacidad de generar interferencias y afectar negativamente la señal. Entre dichos dispositivos, está el horno microondas, la lavadora o frigoríficos. 

Y con más razón aún, protégelo del radiador, ya que puede sobrecalentarlo o dañarlo por la humedad.


Se precavido con la configuración

Algunos otros problemas se relacionan con la manera en que los tenemos configurados. Un ejemplo de ello, es dejarlo con la configuración de fábrica o no actualizarlo en mucho tiempo. En relación el primer ejemplo, es necesario cambiar la clave que te asigne la operadora de internet, debido a que dichas contraseñas son mucho más fáciles de vulnerar, y si la dejas por mucho tiempo, puede haber dispositivos que estén accediendo a la red sin permiso y deteriorando la calidad de la señal. 

Si no actualizas el router estás corriendo el riesgo de que accedan a tu información o logren descifrar la clave que le corresponde, ya que no se encuentra al día respecto a las mejoras de seguridad. 


Protege los cables, procura no tocarlos 

Si no sabes cómo diferenciar los cables y dónde deben ir específicamente, no los toques. Es probable que los cables tengan las puntas distintas, aunque a simple vista se vean iguales; algo tan esencial como esto puede correr peligro si no tenemos conocimientos básicos en redes. 

Otro error habitual es "arrancar" los cables, sin presionar los seguros que traen para expulsarlos correctamente; eso sí que es peligroso, porque no daña únicamente el cable, sino también el puerto del router. 


No lo apagues todo el tiempo

Procura apagarlo únicamente cuando esté presentando fallas, para reiniciarlo e intentar solucionar dichos problemas a través de la manera más popular. De lo contrario, no es necesario que cada noche lo desconectes o apagues; no tiene ninguna implicación positiva en el dispositivo. 


Siempre resulta conveniente resetearlo o reiniciarlo cuando está con algún pequeño problema, pero de lo contrario, no vale la pena estarlo apagando constantemente. 


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